La pérdida de tracción del mercado inmobiliario fue algo más intensa en los primeros meses del verano. La contracción de las ventas en los últimos meses se ha reflejado en una moderación del crecimiento del precio de la vivienda en 2T19. Por su parte, la actividad constructora comienza a mostrar síntomas de desaceleración.
Según el observatorio del BBVA:
La venta de viviendas se contrae en los primeros meses de verano.
Durante los meses de junio y julio la venta de viviendas retrocedió respecto a los meses precedentes. Así, en ambos meses se apreció un deterioro interanual de las operaciones, del -20,7% en el primer caso y del -20,8% en el segundo, según los datos del Centro de Información Estadística del Notariado (CIEN). Se trata de las mayores caídas desde el inicio de la recuperación en 2014. Una vez corregida la serie de factores estacionales y efecto calendario (CVEC) se aprecian también contracciones intermensuales en los dos meses, del -7,2% m/m en junio y del -11,4%m/m en julio (véase el Gráfico 1). Un factor que explica este fuerte ajuste es la entrada en vigor de la nueva Ley de Crédito Inmobiliario, que debería tener un impacto transitorio sobre las transacciones y las hipotecas (ver abajo). Con todo, en los primeros siete meses del año se efectuaron algo más de 334.000 transacciones, el 6,4% menos que en el mismo periodo del año anterior, un descenso que no se había apreciado en los cinco años y medio de recuperación del sector inmobiliario.
En los últimos meses, buena parte de los determinantes de la demanda han mostrado una evolución algo más moderada. El empleo creció a un ritmo algo más contenido en los meses de julio y agosto. Según los datos de afiliación a la Seguridad Social, en estos dos meses los afiliados crecieron a un promedio mensual del 0,1% CVEC, por debajo del promedio mensual de la primera mitad del año (0,2%). Del mismo modo, el número de parados permaneció prácticamente estancado en los dos meses estivales, mientras que en el 1S19 se redujo a un promedio mensual del -0,2% CVEC. Sin embargo, los salarios pactados en convenio mantuvieron la tendencia de crecimiento y, hasta agosto, crecieron el 2,3% a/a, una décima más que en meses previos. En cuanto a la confianza de los hogares, la evolución en julio y agosto reveló un deterioro respecto a los meses anteriores y las familias se mostraron menos optimistas en relación a la evolución de la economía en los próximos doce meses.
El crédito hipotecario se redujo en junio y julio.
Según los datos del Banco de España, el nuevo crédito para compra de vivienda retrocedió en junio y julio, en línea con la evolución de las ventas. Así, las nuevas operaciones registraron un descenso interanual del 20,8% en junio y del 21,3% en julio, que contrastan con el avance interanual promedio de los cinco primeros meses del año (8,1%). Teniendo en cuenta las operaciones de refinanciación, que descendieron el 37,8% a/a de media en junio y julio, el crédito total para compra de vivienda se contrajo a una tasa interanual promedio del 21,5% en ambos meses (Gráfico 2). La desagregación del crédito indica que, en junio y julio, en torno al 34% del crédito otorgado se referenció a tipos de más de 5 años, por debajo del 38% observado en los primeros cinco meses del año.
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